MIRAR Y ESCUCHAR CON LOS DEDOS

VISITA GUIADA AL MMB PARA PERSONAS SORDOCIEGAS
A raíz de la celebración del Día Internacional de la Sordoceguera, el pasado 27 de junio, el Museu Marítim de Barcelona conjuntamente con la ONCE organizó una visita guiada a un grupo de personas sordociegas a una selección de las embarcaciones expuestas en el MMB. Estas personas llevaban el bastón con franjas rojas y blancas, la nueva herramienta que utilizan para ser identificadas en diferentes países europeos.

La actividad era un reto por la enorme dificultad de hacer accesible las colecciones expuestas a persones que tienen una doble deficiencia sensorial y por el hecho de ser un grupo heterogéneo en cuanto a sus necesidades comunicativas: la doble deficiencia visual y auditiva la tienen personas con restos de visión o restos auditivos pero también había quien tenía una discapacidad auditiva y visual total. La función de los guías intérpretes es fundamental para el acceso a la información de las personas sordociegas y es la clave del éxito de la visita: con las personas con restos visuales se comunican a través de la lengua de signos situándose muy cerca de ellos; con las personas con restos auditivos se les tiene que hablar desde muy cerca y con un tono alto; mientras que las personas con sordoceguera total reciben la información mediante la lengua de signos o las letras del abecedario interpretadas en la palma de la mano o bien a través de la dactilología. En definitiva, cada persona tiene unas necesidades distintas y era necesario adaptar la visita de manera que fuera accesible a cada una de ellas.

De las embarcaciones tradicionales expuestas se seleccionaron las más representativas y se buscó la manera que la visita fuese una experiencia muy sensitiva: las persones sordociegas pudieron tocar cada una de les barcas e incluso, gracias a la colaboración del equipo del Área de gestión de las colecciones y del conocimiento del MMB, pudieron subir encima de las embarcaciones para vivir y sentir la experiencia de estar a bordo de una barca y remar.

 Como que el grupo era muy numeroso, se decidió dividirlo según sus necesidades comunicativas: un grupo con las persones con restos auditivos y el otro con las personas con restos visuales y sordociegas totales. Los guías de cada persona interpretaba las explicaciones de los conductores de la visita del MMB, que habían de explicar por partes y esperar la traducción del intérprete antes de continuar con la narración, de manera que la visita es mucho más larga y lenta que las que se dirigen a personas sin discapacidad.

Sin duda, la parte más emocional, la que tuvo más impacto, fue la sensorial: el poder tocar las embarcaciones tradicionales y, sobretodo, sentir la experiencia de subir a un patín de remos y remar, tal y como lo hacen los navegantes con este tipo de embarcación.

Con esta actividad, el MMB participó en los actos de sensibilización del Día Internacional de la Sordoceguera, con el que se pretende dar visibilidad a la sociedad de las personas que tienen esta doble deficiencia sensorial y su necesidad de comunicarse con el entorno. En España hay más de 6.000 personas que tienen esta doble discapacidad.


Ismael García 
Teresa Soldevila
Museu Marítim de Barcelona


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